El 30 de marzo comenzó en México la campaña de los aspirantes a jueces y magistrados que serán elegidos por voto popular para integrar el Poder Judicial. Este proceso brinda a los católicos la oportunidad de promover en el sistema judicial valores fundamentales como la dignidad humana.
Los comicios son el resultado de la reforma al Poder Judicial aprobada en septiembre de 2024 por el Congreso de la Unión y permitirán la elección de 881 cargos judiciales a nivel nacional y local, lo que representa un cambio profundo en la impartición de justicia y ofrece a los católicos la posibilidad de participar con responsabilidad en la vida pública.
Entre los puestos a renovar se encuentran ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), magistrados del Tribunal Electoral, jueces de distrito y miembros del Tribunal de Disciplina Judicial.
La visión de la Iglesia Católica sobre la elección
El P. Mario Ángel Flores Ramos, asesor de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), reconoció que se trata de “una elección compleja, difícil”, pero subrayó que “hay derecho de estar ahí y el católico tiene todo el derecho de acudir”. Advirtió sobre la importancia de no “votar a lo loco”, sino de hacerlo con claridad y responsabilidad.
Entrevistado por ACI Prensa, señaló que “hay algunos prospectos que pueden coincidir con los principios básicos de nuestra fe católica: defender la vida, defender la autonomía, defender la democracia, defender la libre opinión, etc.”.