“Más oportunidades que penas” pidió la Comisión Episcopal de Pastoral Social en Argentina, al rechazar el proyecto de ley que busca bajar la edad en que los menores pueden ir a la cárcel.
Impulsado por el Ministerio de Seguridad Nacional, el proyecto busca disminuir los índices de violencia y criminalidad, permitiendo que los menores puedan ir a la cárcel a partir de los 13 años. En las últimas semanas, funcionarios afines al Gobierno de Javier Milei pidieron al Congreso mayor celeridad en su tratamiento.
Ante este escenario, la Comisión Episcopal de Pastoral Social emitió una declaración en la que considera que “no se trata de bajar la edad de imputabilidad, sino de asumir cambios profundos” para responder a “una realidad que nos interpela”.
Su mensaje pone el foco en que “desde hace muchos años, la sociedad argentina viene padeciendo las consecuencias de administraciones políticas que no han sido capaces de crear una cultura del trabajo que incluyera a todos los habitantes y permitiera a todas las familias vivir con dignidad y procurarse los bienes necesarios para un auténtico desarrollo humano, laboral, social, económico y psicoactivo”.
“Esto ha provocado innumerables problemas, entre los que se encuentra la inseguridad y la delincuencia juvenil”, asegura.
Al tiempo que expresan “solidaridad con tantas personas que han sido víctimas de la violencia, algunas de ellas por delitos cometidos por menores de edad, en ocasiones con violencia extrema que dejan heridas difíciles de cerrar”, los obispos alertaron sobre “las propuestas que hacen foco en los menores, como si fueran los únicos y los numéricamente más responsables de los delitos”.