Si bien son conocidos los últimos instantes del “buen ladrón”, quien crucificado a la derecha de Jesús en el Calvario reconoció al Hijo de Dios y se arrepintió de sus pecados, pocos lo asocian con el nombre de San Dimas o conocen los detalles de su vida.
Sin embargo, es la única persona a quien Jesús de Nazaret aseguró explícitamente que estaría en el cielo —“te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso” (Lc 23,43) — y su breve, pero decisiva aparición en las Escrituras, constató que “toda historia necesita salvación”.
El escritor y periodista español Tony Gratacós rescata la figura de este santo, cuya festividad se celebra cada 25 de marzo, en su novela histórica La canción de Dimas, una obra que destaca su relevancia y cómo “su salto de fe” es el mismo al que estamos llamados a realizar todos los católicos.
En entrevista con ACI Prensa, Gratacós precisa que hay varios detalles novelados de la vida Dimas, y en tono de broma confiesa que quizá la historia de Jesús y este criminal debería haber permanecido en la intimidad: “No sé si, cuando llegue al cielo, Dimas me dará un abrazo o un puñetazo”, bromea.
