Miles de personas se han concentrado este domingo en Madrid en la marcha anual con motivo del Día del Niño por Nacer que se celebra cada 25 de marzo, coincidiendo con la Solemnidad de la Anunciación y la Encarnación del Señor.
Tras completar el recorrido previsto a pie sin incidentes, con ayuda de más de 400 voluntarios, el acto central presentado por Paloma Zafrilla, joven provida, y Guillermo Esteban, músico español antes conocido como Grilex, se inició con la lectura de un manifiesto.
En él se reivindicó el derecho a la vida de todo ser humano que debe “ser tratado de acuerdo a su dignidad única, en todas las etapas de su existencia” y se rechazaron todas las leyes contra la vida humana.
El manifiesto también abogó por “mostrar lo que oculta, manipula y destruye la ideología antivida” e instó a quienes tiene responsabilidad política y social “a no ignorar la gravedad de la cuestión, a dedicar todos los recursos humanos y materiales al servicio de la vida humana y a trabajar para que ninguna ley ilegítima y perversa esté vigente en nuestro ordenamiento jurídico”.
El capítulo de testimonios fue encabezado por Marta y Miguel, un matrimonio con nueve hijos, el menor de los cuales, Pedro, padece síndrome de Prune-Belly, motivo que lleva en el 90% de los casos a abortar en España.
A Marta y Miguel también les ofrecieron acabar con la vida de su hijo, pero lo rechazaron de plano: “Cada vida de mis hijos vale la pena”, expresó Marta con convicción.