MADRID,
El jefe del Departamento de Biopatología Clínica del Hospital La Fe, de Valencia, Justo Aznar Lucea, reafirmó el efecto abortivo de la píldora del día siguiente, su fracaso en reducir el índice de abortos y, además, el aumento de embarazos entre adolescentes en países donde es utilizada.
En entrevista concedida al diario La Razón, el facultativo criticó de “muy desacertada” la actual propuesta del Ejecutivo, apoyada por las comunidades gobernadas por el PSOE y el PP, de distribuir gratuitamente el fármaco en España “pues difícilmente va a servir para el objetivo que se pretende: reducir el número de embarazos y abortos entre adolescentes”.
Además, según Aznar, “su uso terminará con un gran número de vidas humanas. Hoy parece demostrado que, en un elevado número de veces, esta píldora impide el embarazo por causar una alteración en el útero de la mujer, lo que imposibilita la implantación embrionaria. Esto significa terminar con una vida humana, por lo que esta píldora debe ser catalogada como abortiva”.
Al ser preguntado sobre la objeción de algunos médicos que afirman que la píldora no es abortiva, Aznar señaló que, efectivamente, “algunos afirman que el embarazo empieza con la implantación y, por tanto, que cualquier acción que la impida no puede ser definida como abortiva. Pero el juicio ético negativo que esta píldora merece no depende de que interrumpa un embarazo, sino de que termina con una vida humana antes de implantarse”.
Sobre el argumento esgrimido por los defensores del fármaco abortivo de que el fármaco reducirá el número de embarazos no deseados y abortos, Aznar declaró que “según un reciente artículo publicado en la prestigiosa revista Contraception, claramente se demuestra que la promoción de la contracepción de emergencia no reduce el índice de abortos”.
“Este trabajo, el más amplio realizado hasta el momento, ya que incluye a 17.800 mujeres, compara el número de abortos en los años 98 y 99, cuando no se había instaurado un programa de promoción de la píldora, con los habidos en los años 2000 y 2001, cuando sí había sido instaurado. Estadísticamente se comprueba que no hay diferencias en el número de abortos entre ambos periodos”, apuntó el jefe del Departamento de Biopatología Clínica.