Pendientes de la salud del Papa Francisco, los internos del Centro de Readaptación Social Número 3 (CERESO) de Chihuahua, a quienes el Pontífice visitó en 2016, se han unido en oración por su pronta recuperación.
El Santo Padre fue ingresado el 14 de febrero en el hospital Policlínico Gemelli de Roma para continuar su tratamiento contra una bronquitis, que posteriormente se confirmó como una infección polimicrobiana en el aparato respiratorio. Su estado ha generado incertidumbre, especialmente tras los episodios graves reportados: una crisis respiratoria el 28 de febrero y dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda el 3 de marzo.
Dentro del penal ubicado en Ciudad Juárez, donde el Papa Francisco estuvo presente el 17 de febrero de 2016 durante su viaje apostólico a México, la noticia no pasó desapercibida.

El P. Carlos Reza García, encargado de la pastoral penitenciaria en la diócesis de Ciudad Juárez, contó a ACI Prensa que el 5 de marzo, durante la celebración del Miércoles de Ceniza en el penal, los internos manifestaron su preocupación por la salud del Pontífice.
“Las personas privadas de su libertad sí están enteradas de la salud del Papa, puesto que en la Misa les pedimos que la ofrezcamos por la salud de Su Santidad. Ellos también en sus Rosarios piden por él”, señaló el sacerdote.