Pasear el 19 de marzo por las calles adyacentes a la parroquia de Roma San Giuseppe al Trionfale, ubicada a pocos pasos del Vaticano, con una imagen a hombros de San José, el padre adoptivo de Jesús, es ya una tradición arraigada en la capital italiana.
Cada año, esta celebración, que muestra una faceta poco conocida de la religiosidad popular italiana, comienza con una solemne procesión que sale desde esta iglesia y recorre las calles del barrio romano.

El fervor popular de la gente que acompaña a pie el paso y de los vecinos que se asoman a los balcones para no perderse detalle cobra especial relevancia gracias a la presencia de los Carabineri a caballo. Además, la Orquesta de la Región del Lacio anima con música la procesión.

Los romanos sienten especial devoción por este santo discreto, que consagró su vida al servicio en la sombra sin buscar nunca los aplausos o el reconocimiento público. Los Evangelios no recogen ni una sola palabra pronunciada por San José.