El Papa Francisco obsequió a la Catedral Metropolitana de Buenos Aires la Medalla Presidencial de la Libertad, que le otorgó el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, antes de culminar su último mandato.
Se trata de la más alta distinción civil de los Estados Unidos que el líder demócrata, antes de dejar su cargo, decidió otorgar al Santo Padre, anunciándole telefónicamente el galardón.
La Presidential Medal of Freedom reconoce a "personas que han hecho contribuciones ejemplares a la prosperidad, los valores o la seguridad de los Estados Unidos, la paz mundial u otros importantes esfuerzos sociales, públicos o privados" y ha sido otorgada solamente 55 veces.
Al entregar la condecoración al Nuncio Apostólico en los Estados Unidos, Mons. Christophe Pierre, la Casa Blanca argumentó que Jorge Bergoglio “durante décadas, sirvió a los sin voz y vulnerables en toda la Argentina. Como Papa Francisco, su misión de servicio a los pobres nunca ha cesado. Pastor amoroso, responde con alegría a las preguntas de los niños sobre Dios. Maestro inspirador, nos encomienda luchar por la paz y proteger el planeta. Líder acogedor, tiende la mano a los diferentes credos".
"El Papa Francisco, primer Papa del hemisferio sur, no se parece a nadie que haya venido antes. Por encima de todo, es el Papa de la gente: una luz de fe, esperanza y amor que brilla con fuerza en todo el mundo", valoraron desde la Casa de Gobierno estadounidense.