El Arzobispo de Arequipa (Perú), Mons. Javier del Río Alba, afirma que la Cuaresma es un tiempo de “mayor combate” contra el demonio para llegar a la gloria del cielo; y anima por ello a subir al monte Tabor con Jesús, con la oración diaria y la lectura de la Biblia.
En su columna para esta segunda semana de Cuaresma, titulada “Subir al monte”, el prelado peruano recuerda que el domingo pasado el evangelista San Lucas relata las tentaciones de Jesús y hoy su transfiguración ante los apóstoles Pedro, Santiago y Juan.
Ambos episodios muestran al Señor plenamente hombre y Dios, explica Mons. del Río en el texto enviado a ACI Prensa, e “iluminan el sentido de la Cuaresma: tiempo de mayor combate contra las insidias del demonio, en el que constatamos la fragilidad de nuestra naturaleza humana, pero que desemboca en la experiencia, en lo profundo de nuestro ser, de la victoria de Jesucristo sobre el pecado y la muerte”.
Estos dos acontecimientos, prosigue el arzobispo, “iluminan también la finalidad de la vida cristiana”, que apunta a la resurrección, a la vida eterna en el cielo.
“¿Cómo no dar gracias a Dios —se pregunta el Arzobispo de Arequipa— que en Cristo transfigurado nos revela el sentido de nuestra vida, la gloria para la que hemos sido creados?”.
La escena del Tabor, continúa, “en la que Jesús habla con Moisés y Elías de su próxima pascua (pasión, muerte y resurrección), nos hace presente que el camino de nuestra divinización pasa por la cruz”, pero ese sufrimiento no se compara con la gloria del cielo.