La Subsecretaria del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, Gabriella Gambino, denunció en la ONU que la pobreza afecta más a las mujeres, al tiempo que pidió políticas de conciliación que apoyen a las madres en el trabajo y en casa.
En el marco de la 69ª Sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer organizada por el organismo internacional, la funcionaria del Vaticano dejó claro que no “puede haber desarrollo ni paz si la dignidad de las mujeres se ve socavada por la pobreza”.
Aseguró de este modo que la igualdad requiere no sólo el reconocimiento de la dignidad de la mujer, sino también de “unas condiciones”en las que las mujeres puedan disfrutar de las mismas oportunidades que los hombres.
Por ello insistió en que “la erradicación de la pobreza es clave, sobre todo porque afecta más a las mujeres”.
Para Gambino, estrechamente vinculada a la pobreza está la educación, que definió como “un instrumento esencial para alcanzar los objetivos de igualdad, desarrollo y paz" ya que “crea las condiciones para construir un entorno en el que mujeres y hombres, niñas y niños, sean tratados en pie de igualdad y alentados a desarrollar todo su potencial, respetando su libertad de pensamiento, conciencia, religión y creencias”.
Asimismo, enfatizó que la educación es clave para eliminar las “causas de la discriminación contra la mujer y las desigualdades entre hombres y mujeres".