VATICANO,
El Arzobispo Celestino Migliore, Nuncio apostólico y Observador permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, advirtió recientemente en Nueva York sobre el peligroso incremento de la inversión en armamentos y señaló que el Vaticano sigue auspiciando un desarme general.
Tras recordar que los ideales de la Carta de las Naciones Unidas “han sido fuente de esperanza” desde hace casi 60 años, agregó que “en los últimos tiempos, una sensación de miedo parece nublar nuestra visión: miedo de atentados terroristas, miedo de guerras nuevas, miedo de una ruptura en el proceso del derecho internacional”.
Mons. Migliore explicó que “un síntoma de este miedo es el aumento global de la inversión en armamentos que el año pasado alcanzó los 956.000 millones de dólares, un aumento del 11% respecto a 2002 y del 18% respecto a 2001”.
“Un resultado claro de esa inversión extraordinaria en herramientas de muerte es que los gobiernos son menos capaces de cumplir sus compromisos a largo plazo en los sectores de la educación, la sanidad y la vivienda”, agregó.
“La Santa Sede ha respondido a la naturaleza ideológica y supuestamente religiosa del terrorismo internacional –subrayó el Arzobispo- condenando esos atentados blasfemos”.
“Los terroristas matan, mutilan y provocan carnicerías sirviéndose de un conjunto impresionante de armas. Su disponibilidad mundial significa que esas armas se producen y se venden internacionalmente, tanto en el mercado negro como con el patrocinio de los Estados”, dijo el observador permanente ante la ONU; y destacó que “El mundo es cada vez más consciente de la grave amenaza que representa la adquisición por parte de los terroristas de las armas de destrucción de masas, sobre todo armas nucleares”.