El tiempo parece haberse detenido en el Vaticano. Desde que el Papa Francisco fue ingresado, el mundo entero ha vuelto su mirada hacia el hospital Gemelli de Roma, que en los últimos días parece haberse convertido en un santuario.
A Roma continúan llegando personas de diferentes países para vivir el Jubileo de la Esperanza y el hospital en el que se encuentra el Papa Francisco se ha transformado en un alto en el camino y en una parada esencial de su peregrinación.
Cientos de fieles con sus propias historias se detienen a rezar cada día a los pies de la imagen de San Juan Pablo II. Su mirada se eleva al cielo y, con especial devoción, hacia la última planta del hospital, donde el Pontífice continúa recuperándose.
“No es sólo un hospital. Es como estar en una Audiencia General con el Papa”
El sacerdote pasionista Enzo del Brocco reza con devoción ante la imagen del Papa santo por su madre, que este sábado será sometida a una cirugía. “Saber que está en el mismo hospital donde está el Papa Francisco es algo que te conmueve. Él siempre dice que el pastor debe tener el olor de sus ovejas, y creo que ahora lo tiene de manera especial con quienes están aquí”, señala emocionado.
