Cardenal Semeraro: La firma del Papa Francisco en algunos decretos evidencia que “no se está muriendo”

El Prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, Cardenal Marcello Semeraro. El Prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, Cardenal Marcello Semeraro./ Crédito: Orden de Predicadores / Dominicos de España.

El Prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, el Cardenal Angelo Semeraro, de 77 años, afirmó que el hecho de que el Papa Francisco firmara el lunes desde el hospital varios decretos de canonización evidencia que “no se está muriendo”.

“Cuando me avisaron de que había firmado los decretos me dije a mí mismo ‘así, alguien se podrá convencer que no se está muriendo’”, señaló el purpurado en  una entrevista con el diario Il Corriere della Sera.

En todo caso, dejó claro que en este momento, en el que el Pontífice, de 88 años, está recibiendo el tratamiento antibiótico para atajar la neumonía bilateral que afecta a ambos pulmones, “hay dificultades, que tienen que ver con las condiciones de salud y con la edad”.

“No se pueden evitar las preocupaciones, pero lo que cuenta es que las decisiones del Papa están ahí. En esta fase, no se está improvisando. Y la firma del 24 de febrero así lo demuestra”, enfatizó.

El Cardenal Semeraro estuvo presente, como todos los purpurados de la Curia Romana en el rezo del Santo Rosario que presidió el Cardenal Parolin en la plaza de San Pedro junto a centenares de fieles. Un gesto de oración que se repite cada noche desde el lunes.

Decenas de fiels rezan cada noche el Rosario en la plaza de San Pedro por la recuperación del Santo Padre. Crédito: Daniel Ibañez/EWTN News
Decenas de fiels rezan cada noche el Rosario en la plaza de San Pedro por la recuperación del Santo Padre. Crédito: Daniel Ibañez/EWTN News

Explicó cómo el Mons. Peña Parra estaba sentado delante de él y se dio la vuelta hacia él mirándole a los ojos con una gran sonrisa mientras le enseñaba “las cartas firmadas por el Papa”.

“Estaba justo delante, con los documentos en la mano. Y le dije: “Por fin, la fecha está fijada: el 24 de febrero”, explicó.

Además si bien consideró que no quiere “hacer las cosas fáciles”, aseguró que su fe en la “fortaleza interior” del Papa Francisco “es fundamental”. 

 “Un poco bromeando, también podría decir que quizás todo esto le servirá como una lección para calmarse y cuidarse más en el futuro”, reflexionó.

Tras manifestar que, a pesar de la gravedad, el Santo Padre está gobernando la Iglesia desde el hospital con gran “lucidez mental” citó la frase del Pontífice cuando señaló que “se gobierna con la cabeza y no con las piernas”.



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“En estos momentos necesitamos esperanza, no depresiones. No sé lo que sucederá en el futuro, pero si hay algo que no debemos perder es lo que el Papa llama ‘alegría cristiana’”, señaló también.

El  Cardenal Semeraro es, además de uno de los colaboradores más estrechos del Pontífice, su amigo personal. Se conocieron hace casi 25 años, en septiembre de 2001, cuando el Pontífice era Cardenal arzobispo de Buenos Aires durante la X Asamblea General del Sínodo de los Obispos convocada por San Juan Pablo II poco antes del atentado contra las Torres Gemelas. El entonces arzobispo de Nueva York, Edward Egan, tuvo que regresar de urgencia a Estados Unidos y el entonces Cardenal Bergoglio lo reemplazó. 

En 2013, el Papa Franciso lo designó secretario del Consejo de Cardenales que le ayuda en el Gobierno de la Iglesia Universal y después, en 2020, lo puso al frente del Dicasterio para las Causas de los Santos.

El purpurado también describió cómo el Papa Francisco transcurre sus días en la habitación de la décima planta del hospital Policlínico Gemelli de Roma. 

“Se despierta temprano cada mañana y dedica al menos dos horas a la oración. Significa que desde hace tiempo gobierna con la cabeza. Alimenta sus días con largos momentos de meditación y oración. Es como si él estuviera en un viaje. Y si a veces necesita ayuda para la parte física, la parte espiritual sigue siendo la de siempre”, explicó.

Aseguró que, a pesar de la enfermedad, el Pontífice en estos días “está dando una gran lección”. “La situación es difícil, sí. Pero hay signos de esperanza”, valoró también.

La decisión del Santo Padre  de autorizar los decretos de cinco Siervos de Dios y aprobar la canonización del Beato venezolano José Gregorio Hernández y del italiano Bartolo Longo, solo después de recibir en el hospital a dos de sus principales colaboradores el Secretario de Estado del Vaticano, el Cardenal Pietro Parolin y el sustituto para Asuntos Generales de la Secretaría de Estado, el Arzobispo Edgar Peña Parra, no es habitual

Sobre todo, porque lo normal es que el encargado de estos temas sea el Cardenal Semeraro que es quien está al frente del Dicasterio para las Causas de los Santos y no el cardenal Parolin, ni monseñor Peña Parra. 

El purpurado italiano quiso explicar claramente las razones al señalar que, en realidad, fue él quien le mandó al Pontífice la carpeta con los expedientes de los decretos para firmar, a través de la Secretaría de Estado.

Así detalló que dadas las condiciones de salud críticas del Papa, que lleva trece días ingresado, los médicos pidieron que no recibiera visitas, salvo excepciones. “Estaba de acuerdo con el Papa en que le habría hecho llegar la carpeta a través de Parolin y Peña Perra”, indicó el Cardenal Semeraro.

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