La Plaza Constitución, en la Ciudad de Buenos Aires (Argentina), fue el escenario elegido por la Iglesia porteña para celebrar una Misa por la salud del Papa Francisco. Durante la ceremonia, el Arzobispo de Buenos Aires pidió que la oración del pueblo “sea esa bocanada de aire puro” que lo ayude a recuperarse.
“Su pontificado es una bocanada de aire puro y de oxígeno para un mundo asfixiado por la violencia, el egoísmo y la exclusión. Será por eso que él ahora, que le falta un poco el oxígeno, necesita de nosotros. Que nuestra oración sea esa bocanada de aire puro que llegue a sus pulmones para que recupere su salud", anheló Mons. Jorge García Cuerva, Arzobispo de Buenos Aires.
Desde que el Pontífice “del fin del mundo” fue ingresado el 14 de febrero al Policlínico Universitario Agostino Gemelli de Roma, su país natal Argentina se movilizó para rezar y enviar muestras de afecto.
En ese contexto, la tarde del lunes 24 de febrero, mientras en Roma los fieles llenaban la Plaza de San Pedro para unirse en el rezo del Rosario por el Papa, Mons. García presidió una Misa en la Plaza Constitución, un lugar donde, en su tiempo como Arzobispo, el Cardenal Bergoglio solía acercarse a los más pobres y excluidos.
Concelebraron la Eucaristía más de una decena de obispos y varios sacerdotes, acompañados por cientos de fieles, muchos de ellos provenientes de los barrios populares, que se acercaron a la emblemática plaza para acompañar con su oración.
“Celebramos hoy esta Misa por la salud del Papa Francisco en esta plaza en la que más de una vez, cuando era el Cardenal Bergoglio, decía que muchos se hacen los sordos y no quieren escuchar el clamor y el grito de las víctimas de la injusticia y de la exclusión, una plaza donde muchos parecen mudos, porque eligen no hablar de lo que pasa, no hablar de tantos rostros concretos que expresan tanta marginación", denunció el prelado al inicio de su homilía.