La Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB) expresó su profunda preocupación por la reciente orden ejecutiva del presidente Donald Trump, que busca abaratar y ampliar el acceso a la fertilización in vitro (FIV).
La FIV es un procedimiento médico en el que óvulos y espermatozoides se combinan en un laboratorio para generar uno o varios embriones, que luego se implantan en el útero. El Catecismo de la Iglesia Católica (n. 2377) afirma que la FIV es “moralmente reprobable” porque separa la procreación del acto matrimonial y coloca “el dominio de la técnica” sobre la vida humana.
El martes 18 de febrero, Trump firmó el decreto que ordena al Consejo de Política Interior examinar formas para reducir los costos de la FIV y ampliar el acceso al procedimiento.
En un comunicado firmado el jueves por el Obispo Daniel E. Thomas, presidente del Comité de Actividades ProVida, y el obispo Robert E. Barron, presidente del Comité de Laicos, Matrimonio, Vida Familiar y Juventud, los prelados subrayaron que esta medida “no puede ser la respuesta” para las parejas que enfrentan infertilidad.
“Como pastores, vemos el sufrimiento de tantas parejas que experimentan infertilidad y sabemos que su profundo deseo de tener hijos es bueno y admirable; sin embargo, el impulso del gobierno por la FIV, que termina con innumerables vidas humanas y trata a las personas como propiedad, no puede ser la respuesta”, afirmaron los obispos.
Los prelados alertaron sobre los peligros de la industria de la fertilización in vitro, señalando que “trata a los seres humanos como productos y congela o elimina a millones de niños que no son seleccionados para ser transferidos a un útero o que no sobreviven”.