El Obispo de Istmina-Tadó (Colombia), Mons. Mario de Jesús Álvarez Gómez, rechazó el nuevo paro armado que el Ejército de Liberación Nacional (ELN) decretó en el departamento del Chocó y que está provocando el confinamiento de la población.
El paro armado, que comenzó el 18 de febrero y culminará el viernes 21, afecta principalmente las zonas rurales, como los municipios de Istmina, Medio San Juan, Nóvita, Sipí y Litoral de San Juan.
“Con insistencia, como Iglesia Católica y como obispo de la Diócesis de Istmina-Tadó, rechazo estas vías de hecho que no hacen sino alimentar la confrontación y crear mucha más violencia, y hacer que la desigualdad cada día sea aún más grande entre nosotros. No es este el camino”, expresó en un video.
Según indicó la Defensoría del Pueblo, desde el 4 de febrero ocurren enfrentamientos entre el ELN y el Clan del Golfo, “que busca su expansión territorial en la zona”.
Señaló que ya antes de empezar el paro armado se habían registrado confinamientos a raíz de la orden de suspender la navegación en los ríos, “así como la presencia de minas antipersona cerca de caseríos y escuelas. Hasta ahora, al menos 1.600 personas han sido afectadas por desplazamientos masivos y confinamientos en la región”.