El Arzobispo de Santa Cruz (Bolivia), Mons. René Leigue Cesarí, presidió este domingo la Eucaristía en la catedral basílica de San Lorenzo, con un llamado a los bolivianos a responder con esperanza a la realidad de incertidumbre en el país.
El prelado comenzó su homilía reflexionando sobre las bienaventuranzas, centrándose en la importancia de la oración. Siendo el Hijo de Dios, Jesús “nos enseña cómo orar, de qué manera hacerlo y, quizá también, cuánto tiempo dedicar a la oración”, señaló, animando a “un estado constante de comunicación con el Padre”.
Cuando Jesús presenta las bienaventuranzas, explicó, “no está diciendo: ‘Si ahora tienen dificultades, no se preocupen, porque solo depende de ustedes ser felices’. Más bien, nos enseña que si estamos con Dios, la felicidad es posible, aun en la adversidad”.
También se detuvo en las palabras de Jesús sobre la riqueza, aclarando que “no es mala en sí misma; el problema está en quedarse sólo con ella y no pensar en los demás”.
“Jesús no dice que los ricos no tengan oportunidad de salvación o que la riqueza sea mala por naturaleza. Lo que advierte es que si te aferras sólo a eso, habrá un problema”.
“No es que el Señor no quiera que tengamos; está diciendo: ‘¡Ay de ti si te alejas de mí por seguir las cosas materiales!’. Entonces, véanlo por esa parte, ¿no? Y felices los que tienen ahora esto porque, ¿cuál es la felicidad que encontramos al final? Pues, si ahorita hay algunos que pasan hambre, siempre está la esperanza de que, si hoy no tengo, mañana sí. Está esa esperanza en Dios”, profundizó.