El P. Donald Martin Ye Naing Win, sacerdote diocesano de 44 años de la Arquidiócesis de Mandalay (Myanmar) fue asesinado el 14 de febrero, en medio de la guerra civil que ha sumido al país asiático en una grave crisis humanitaria y de derechos humanos.
Según informa la agencia vaticana Fides, el cuerpo del presbítero fue hallado por algunos fieles alrededor de las 6:00 a.m. (hora local), “mutilado y desfigurado con heridas de arma blanca”, en el recinto de la parroquia Nuestra Señora de Lourdes, donde el sacerdote trabajaba como párroco.
El P. Martin fue ordenado sacerdote en 2018. Se dedicó a sus parroquianos con celo y fidelidad, llevando también asistencia humanitaria y consuelo espiritual a los desplazados por la guerra civil.
La iglesia en la que servía está en el pueblo de Kan Gyi Taw, en el territorio del distrito de Shwe Bo, perteneciente a la región de Sagaing. Esta zona, indica Fides, es una de las áreas donde son frecuentes los combates entre los milicianos de las Fuerzas de Defensa Popular y el ejército de la junta militar.
El clamor de los obispos: “Que se ponga fin a la violencia”
“Que la sangre y los sacrificios de innumerables personas inocentes, como el padre Donald Martin Ye Naing Win, sirvan de ofrenda para poner fin a la violencia que hiere a toda la nación”, indica un comunicado de los obispos de Myanmar, firmado por su presidente y Arzobispo de Yangon, Cardenal Charles Bo.