MADRID,
Días después de que el ministro de Defensa, José Bono, declarara en referencia a las uniones homosexuales que si hoy viniese Cristo “no iría mirando con quién se acuesta la gente”, el Obispo de Mondoñedo-Ferrol, Mons. José Gea Escolano, le advirtió que "si quiere ser coherente con su fe cristiana", debe aceptar todos los dogmas de la Iglesia y no intentar vivir una “fe a la carta”.
Por medio de una carta, el Obispo emplazó a Bono a rectificar las declaraciones que realizó en referencia a las uniones civiles entre homosexuales, tras reprocharle el exceso, "por lo menos en lo que se refiere a la Iglesia", de sus funciones como máximo responsable de las Fuerzas Armadas.
"Dice que su partido no está obligado a defender los dogmas de la Iglesia. Cierto. Pero los católicos de su partido y de cualquier otro partido, sí. Y, por tanto, usted, señor ministro, también, si quiere ser coherente con su fe cristiana. Porque aceptar la fe y la moral de la Iglesia es deber de todos los católicos, a no ser que intenten vivir una fe a la carta, aceptando unos dogmas y rechazando otros", apuntó Mons. Gea Escolano en su misiva de diez párrafos.
Tras concordar con Bono en que el PSOE “no le ha declarado ninguna guerra a la Iglesia Católica”, el Obispo precisó que, sin embargo, su postura “se parece bastante”.
"¿Es normal que, entre las primeras medidas que ha tomado el Gobierno, estén la ampliación de los supuestos para poder abortar, autorizar la eutanasia, equiparar al matrimonio las uniones homosexuales, incluso con el derecho a adoptar niños, la facilidad para divorciarse, intentar que la clase de religión se imparta fuera del horario escolar, a pesar del acuerdo internacional de que la religión es una asignatura fundamental?”, preguntó Mons. Gea Escolano al titular de Defensa, para seguidamente cuestionarle si esas medidas "contra puntos fundamentales de la fe cristiana" se han adoptado por "casualidad".
Más adelante, el Prelado cuestionó otras afirmaciones del ministro, asegurando que Cristo no se mantendría "indiferente" viendo cómo cada persona se acuesta con quien quiere, que rechazaría el adulterio y que defendería la indisolubilidad del matrimonio. Asimismo, recordó que San Pablo aseguró que en el Reino de Dios no entrarían "impuros", "idólatras", "adúlteros", "afeminados", "homosexuales", "ladrones", "avaros", "ultrajadores", ni "rapaces".