Una cirugía programada que se complicó, una oración pidiendo la intercesión de una religiosa italiana, y una curación inexplicable: tres momentos de una historia que hoy, diez años después, llevará a los altares a Vicenta María Poloni.
El pasado 27 de enero, el Papa Francisco aprobó el decreto que reconoce un milagro atribuido a la intercesión de la Beata italiana Vicenta María Poloni, fundadora de las Hermanas de la Misericordia, a quien se le atribuye la curación inexplicable de la chilena Audelia Parra.
A finales de 2013, en el Hospital Víctor Ríos Ruiz de la ciudad de Los Ángeles, Chile, la señora Audelia Parra, de 70 años, debía someterse a una cirugía programada para la extracción de cálculos en la vesícula.
El daño era irreversible
Era una intervención sencilla, pero se complicó cuando, durante una de las incisiones, se produjo una fisura en la arteria aorta, desencadenando un shock hemorrágico que puso en grave riesgo su vida.
Las posibilidades de recuperar a la paciente eran prácticamente nulas. Internada en la Unidad de Cuidados Intensivos y con riesgo vital, el daño era irreversible y su vida se estaba apagando.