Los arzobispos de Washington y Baltimore ofrecieron oraciones el jueves después de que un accidente aéreo mortal cerca del centro de Washington D.C., cobrara docenas de vidas el miércoles por la noche.
Se teme que hasta 67 personas hayan muerto el jueves después del accidente ocurrido durante la noche, en el que el vuelo 5342 de American Eagle chocó con un helicóptero Black Hawk de Estados Unidos cerca del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan de Washington.
Los restos de las dos aeronaves cayeron al río Potomac, donde los socorristas luchan por recuperar cuerpos y escombros.
En una declaración de este jueves, el Arzobispo Emérito de Washington, Cardenal Wilton Gregory, dijo que los católicos “de toda la Arquidiócesis de Washington se unen hoy a hombres y mujeres de buena voluntad aquí y en todo el mundo para orar por los que perecieron”, así como “por sus afligidos familiares y seres queridos”.
“Alabamos a Dios por la generosa ayuda de nuestros valientes socorristas”, dijo el arzobispo. “Que este desastre sirva de impulso para fortalecer nuestra unidad y colaboración”.
El Arzobispo de Baltimore, Mons. William Lori, también ofreció oraciones el jueves y dijo en un comunicado: “Nuestros corazones están con aquellos que perdieron la vida en la trágica colisión en el Aeropuerto Nacional Reagan”.