El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, emitió el martes por la noche una orden ejecutiva que restringe las cirugías y los medicamentos transgénero para menores, y el presidente prometió que Estados Unidos “no financiará, patrocinará, promoverá, ayudará o apoyará” los controvertidos procedimientos.
La orden, titulada “Protección de los niños contra la mutilación química y quirúrgica”, señala que en todo Estados Unidos “los profesionales médicos están mutilando y esterilizando a un número cada vez mayor de niños influenciables” bajo la “afirmación radical y falsa de que los adultos pueden cambiar el sexo de un niño mediante una serie de intervenciones médicas irreversibles”.
“Esta peligrosa tendencia será una mancha en la historia de nuestra nación y debe terminar”, afirma la orden, argumentando que los niños que se someten a tales procedimientos “pronto se arrepienten” de haber mutilado sus órganos reproductivos y otras partes del cuerpo.
La orden establece que toda agencia federal que ofrezca “subvenciones para investigación o educación” a instituciones médicas debe asegurarse de que dichas instituciones no administren medicamentos transgénero ni realicen procedimientos transgénero en menores.
Además, ordena al secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) “tomar todas las medidas apropiadas” para “poner fin a la mutilación química y quirúrgica de niños”, incluso a través de la ley de Medicare y Medicaid y las revisiones del uso de medicamentos.
Además, la directiva pretende poner fin al uso de lo que denomina “ciencia basura” promovida por la Asociación Profesional Mundial para la Salud Transgénero (WPATH, por sus siglas en inglés). Esa organización ha sido criticada por respaldar lo que los críticos han llamado la “pseudociencia” del transgenerismo, y una filtración interna el año pasado reveló que sus miembros admitieron que los niños son demasiado pequeños para comprender plenamente las consecuencias de tales procedimientos.