En la Audiencia General de este el Papa Francisco reflexionó sobre el misterio de los orígenes de Jesús, narrado por los Evangelios de la infancia.
A continuación, la catequesis del Papa Francisco:
¡Queridos hermanos y hermanas, buenos días! Hoy seguiremos contemplando a Jesús, nuestra esperanza, en el misterio de sus orígenes, narrado por los Evangelios de la infancia.
Mientras que Lucas nos lo muestra desde la perspectiva de la madre, la Virgen María, Mateo se sitúa en la perspectiva de José, el hombre que asume la paternidad legal de Jesús, injertándolo en el tronco de Jesé y vinculándolo a la promesa hecha a David.
Jesús, en efecto, es la esperanza de Israel que se cumple: es el descendiente prometido a David (cf.2Sam 7,12; 1Cr 17,11), que hace que su casa sea «bendita para siempre» (2Sam 7,29); es el brote que nace del tronco de Jesé (cf. Is 11,1), el «germen justo» destinado a reinar como verdadero rey, que sabe practicar el derecho y la justicia (cf. Jr 23,5; 33,15).
José entra en escena en el Evangelio de Mateo como novio de María. Para los judíos, el compromiso era un verdadero vínculo jurídico, que preparaba para lo que sucedería un año más tarde, es decir, la celebración del matrimonio.