El Cardenal Claudio Gugerotti, prefecto del Dicasterio para las Iglesias Orientales, expresó su deseo de que los cristianos “sean protagonistas” del futuro de Siria. El purpurado permanecerá en el país hasta el 29 de enero, enviado por el Papa Francisco, “para llevar su abrazo y bendición a los católicos” e impulsar la reconstrucción nacional.
“La nueva Siria está aún en gestación, pero cuando nazca necesitará una buena partera y ésta es una tarea que corresponde a los cristianos”, aseguró el cardenal en Alepo, donde fue recibido por los fieles de la Iglesia de San Francisco y ofició la Misa dominical, según recoge Vatican News.
Antes de la guerra, Alepo era la tercera ciudad cristiana más importante del mundo árabe. Hoy, los 300.000 cristianos locales quedaron reducidos a menos de 30.000. A pesar de los retos y las dificultades que les presenta la realidad siria, los cristianos —añadió el enviado papal— no deben quedarse paralizados, sino encontrar la manera de contribuir a la construcción de un nuevo país.
“'Ser un solo cuerpo' significa que todos los miembros tienen la misma importancia. No se puede ser egoísta y éste es el sentido de ser cristiano”, aseguró en su homilía. En la parroquia franciscana, el cardenal celebró se encontró con algunas víctimas de la violencia de la guerra.
Regresan los refugiados
Posteriormente, se reunió en el lugar con Filippo Grandi, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, quién precisó que “desde el 8 de diciembre, al menos 210.000 refugiados han regresado a Siria y unos 600.000 desplazados internos han vuelto a sus hogares”.