En la Basílica del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción, en Washington D.C. (Estados Unidos), tuvieron lugar la Misa solemne y posterior Vigilia Nacional de Oración por la Vida, como antesala de la Marcha por la Vida 2025 [March for Life 2025].
El Cardenal Wilton Gregory, Arzobispo Emérito de Washington, dio la bienvenida a los laicos, diáconos, seminaristas y religiosos presentes en la Basílica, entre los que destacaron el arzobispo Timothy Broglio, presidente del Episcopado estadounidense y el Nuncio Apostólico en Estados Unidos, Cardenal Christophe Pierre.
El nuncio apostólico leyó un mensaje del Papa Francisco, firmado por el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado del Vaticano, en el que asegura “su cercanía espiritual” con todos los que participarán en la March for Life 2025, este 24 de enero en la capital de los Estados Unidos.
“Una vez más, él expresa su agradecimiento por este testimonio público tan longevo por la santidad de la vida humana y elogia esta reunión anual, para que siempre sea una señal visible de la bondad presente en nuestro mundo”, reza el mensaje papal.
El mensaje del Santo Padre insta a los jóvenes a mantener sus esfuerzos para crear una cultura en la que los más vulnerables e inocentes sean protegidos. “De esta manera la nación será un faro más brillante de esperanza y un lugar donde la justicia verdadera y la caridad fraterna florezcan”, se lee, añadiendo la bendición del Papa a todos los que marcharán por la vida.
La Misa fue presidida por el Arzobispo de Kansas City, Mons. Joseph Naumann. En su homilía, el prelado destacó que la razón de ser más importante de la March for Life 2025 es tomarse el tiempo para agradecer a Dios “por el don de la vida humana, en todas sus formas y en cada etapa”.