Las vallas publicitarias tienen códigos QR para que las personas obtengan más información. Copenhaver trabaja con personas y grupos para difundir esta campaña en todo Estados Unidos.
Joan Schueler, de Dakota del Sur, conoció a Copenhaver en una convención de Right to Life. “Nadie quiere hablar conmigo sobre el tema porque saben mi postura”, dijo, “pero dejar que Angela llegue a la gente a la que yo no llego a través de vallas publicitarias y anuncios de televisión es efectivo”.
Indicó que ahora tienen “cuatro grandes vallas publicitarias en el centro de Dakota del Sur” y pagan “por anuncios de televisión que se transmitieron en todo el estado”.
Schueler compartió que un amigo le relató el diálogo de dos mujeres sobre la valla publicitaria que muestra un óvulo humano fertilizado. “Una mujer dijo que el mensaje fue muy acertado y recordó lo difícil que fue cuando sufrió un aborto espontáneo porque había perdido un hijo”, indicó.
Kathy Bloom llevó una campaña a su ciudad natal de Rapid City, también en Dakota del Sur. “Simplemente tiene sentido”, dijo. Manifestó su confianza en que ayude cambiar la forma en que “se ve el controvertido tema de cuándo comienza la vida”. “Todos los que han escuchado esta presentación se van pensando sobre lo inteligente que es este enfoque, además de sentir una sensación de entusiasmo”, destacó.
Las campañas suelen durar 12 semanas. Algunas son caras, como una valla publicitaria de 14 por 48 pies frente al Estadio Memorial de los Huskers de la Universidad de Nebraska en Lincoln, que costó, por ocho semanas, $9,000. Pero los juegos suelen tener más de 80,000 asistentes, por lo que es una buena situación de costo-beneficio. También hay agricultores y ganaderos que patrocinan vallas publicitarias en sus propiedades de forma gratuita.
Las campañas suelen durar doce semanas. Algunas son caras, como la de un cartel de 4,2 x 14,7 metros frente al estadio Huskers Memorial de la Universidad de Nebraska en Lincoln, que costó 9.000 dólares durante ocho semanas. Pero a los partidos suelen asistir más de 80.000 personas, por lo que es una buena relación costo-beneficio. También hay agricultores y ganaderos que patrocinan carteles publicitarios en sus propiedades de forma gratuita.
“No es una solución rápida”, observó Copenhaver sobre el trabajo que hay que hacer para cambiar los corazones y las mentes para que valoren toda vida.
Sin embargo, reiteró que su objetivo es asegurar el futuro de la humanidad. Señaló que las personas que están en medio del espectro no van a investigar sobre el aborto por su cuenta.
“Queremos llegar a ellas en su espacio personal: teléfonos, televisión, radio. Ahí es donde son más receptivos a la nueva información, donde no tienen que defenderse ante nadie. Por eso funciona la radio católica, escuchándolas en el coche o en casa, en un lugar cómodo donde la información penetra”.
Enfatizó que todo vale la pena: “Cuando tu corazón y tu mente cambian, es un cambio verdadero, y entonces es más probable que lo apoyes públicamente”.
Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en el NCRegister.
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