El Centro de Investigación Aplicada al Apostolado (CARA, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Georgetown reveló en los resultados de una encuesta histórica publicada esta semana que “las diócesis, eparquías y comunidades religiosas de hombres” han reportado desde 2004 5.025.346.893 dólares estadounidenses en pagos relacionados con acusaciones de abusos menores.
Esos pagos incluyen “liquidaciones pagadas a las víctimas, otros pagos a las víctimas, apoyo a los infractores [y] honorarios de abogados”, así como otros costos, dijo CARA.
Aunque esa enorme suma se ha pagado en las últimas dos décadas, la gran mayoría de los presuntos abusos ocurrieron mucho antes: el 80% de los presuntos delitos tuvieron lugar en la década de 1980 o décadas antes.
Los hallazgos son el resultado de dos décadas de encuestas anuales realizadas por CARA. La encuesta anual recoge “información sobre las denuncias de abuso sexual de menores por parte de sacerdotes y diáconos que se han comunicado a las diócesis y eparquías cada año”.
La encuesta original fue encargada por primera vez en 2004 por la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés).
La encuesta se ha llevado a cabo en unas 200 diócesis y eparquías y aproximadamente 220 comunidades religiosas de hombres a lo largo de 20 años. Se pidió a los encuestados que clasificaran las acusaciones de abuso como “creíbles” o “sin fundamento/evidentemente falsas”, así como “imposibles de probar”.