Cardenal Arizmendi: “Hay hechos que confirman” que en partes de México gobierna el crimen organizado

En el ámbito de la política local, el purpurado señaló que es una "voz popular" que en las últimas elecciones los criminales "autorizaban quiénes podían competir. Y una vez elegidos sus candidatos, les exigen una cuota millonaria mensual, u ocupar cargos estratégicos". 

“Presidentes municipales, policías locales y otras autoridades menores deben someterse a sus órdenes. No son colaboradores ni cómplices, sino oprimidos por quienes gobiernan la región”, denunció.

Respecto a la economía, Arizmendi dijo tener “datos de primera mano” que confirman que los grupos criminales "imponen el precio de casi todo, desde la tortilla y el huevo, hasta los materiales de construcción. Esto encarece todo, y no hay quien lo pueda evitar y controlar". 

Los comerciantes de carnes “deben comprar los animales a quienes esos líderes ordenan y al precio que imponen”, señaló, añadiendo que algo similar ocurre en el sector maderero, en el que los miembros del crimen organizado “determinan los árboles que deben tirarse y ellos son los que comercializan la madera, que pasa libremente por nuestras carreteras”. 

En cuanto a la extorsión, el cardenal explicó que los empresarios "deben pagarles una cuota; de lo contrario, se exponen a todo tipo de represalias, como la quema de sus negocios y el asesinato de quienes se niegan". Esta práctica generalizada crea un ambiente de temor y sumisión entre los comerciantes y empresarios locales, según el Cardenal.

Llamado a la acción

El purpurado instó a las autoridades, a la Iglesia Católica y a la sociedad civil a "atacar las causas de esta violencia ofreciendo estudio, trabajo y apoyos sociales". Sin embargo, advirtió que para muchos criminales "lo que les importa es sacar la mayor cantidad de dinero que puedan".

Arizmendi concluyó pidiendo oración "para que ilumine a nuestras autoridades y hagan algo más efectivo por la paz social".

Esta situación se da en el contexto de la llegada a la presidencia de Claudia Sheinbaum el 1 de octubre de 2024, en reemplazo de Andrés Manuel López Obrador, cuyo sexenio registró 199.621 homicidios, el nivel más alto en la historia moderna de México.

Este auge de la violencia se produjo en el marco de la polémica política gubernamental de seguridad “abrazos, no balazos” frente al crimen organizado. Con el inicio del gobierno de Sheinbaum, el Cardenal Arizmendi dijo que “parece haber un cambio en la estrategia federal para combatir estos crímenes”.