El Papa Francisco recibió este jueves en el Vaticano a la comunidad del Colegio Sacerdotal Argentino de Roma, con quienes compartió algunos consejos inspirados en el ejemplo del Santo Cura Brochero.
Con su característica cercanía, el Papa Francisco lamentó al inicio del encuentro no poder acompañarlos posteriormente a la celebración de la Misa ni compartir con ellos un asado, el tradicional plato argentino a base de carne.
“No hace falta que les diga que me quedo con las ganas del asado. Pero ser pastor, como bien saben, nos coloca a veces delante y a veces detrás, según los designios de Quien es Señor de nuestras vidas”, expresó el Pontífice.
En el centro de su discurso, el Papa Francisco situó la figura y ejemplo del Santo Cura Brochero, sacerdote “callejero de la fe” y patrono del clero argentino. En particular, reflexionó acerca de su “alma sacerdotal” y recordó la afirmación que solían decir aquellos que lo conocieron: “Brochero no debía ser sino sacerdote”.
A partir de este ejemplo, el Pontífice subrayó la necesidad de “asumir con firmeza esta identidad sacerdotal”, advirtiendo que la vocación “no es un apéndice” o un medio para otros fines, sino “el proyecto de Dios en nuestra vida, lo que Dios ve en nosotros, lo que mueve su mirada de amor”.
“Me atrevería a decir que en cierta forma es el amor que Él nos tiene y en este radica nuestra verdadera esencia”, añadió.