Al celebrarse el centenario del nacimiento de la primera beata paraguaya, María Felicia Guggiari Echeverría —conocida como “Chiquitunga”—, se llevaron a cabo numerosas actividades y el Arzobispo de Asunción (Paraguay), Cardenal Adalberto Martínez, pidió a la comunidad rezar por su pronta canonización.
Este domingo 12 de enero se cumplieron 100 años del nacimiento de la religiosa María Felicia Guggiari Echeverría, la primera beata paraguaya. En Asunción, el Monasterio de Carmelitas Descalzas organizó actividades especiales. En Villarrica, donde nació y descansan los restos de la beata, se invitó a los fieles al rezo del Rosario y a una Eucaristía solemne presidida por el Nuncio Apostólico en Paraguay, Mons. Vincenzo Turturro.
El presidente de Paraguay, Santiago Peña, declaró de interés general la conmemoración del centenario de Chiquitunga.
El Arzobispo de Asunción, Cardenal Adalberto Martínez, dirigió una carta a los fieles en la que expresa: "Hay fiesta en el cielo y aquí en la tierra, en nuestros corazones y en la iglesia que peregrina en el Paraguay. ¡Es el cumpleaños 100 de la beata María Felicia de Jesús Sacramentado, la querida 'Chiquitunga'!".
Este siglo desde su nacimiento, asegura el purpurado, “ha desencadenado en onda expansiva una suave brisa con olor a lirio que ha inundado el Paraguay. Es el olor a santidad que nos regala esta niña”, precisa, considerando que ella señala el camino “para que nosotros también podamos aspirar a ser santas y santos”.
Chiquitunga “nos invita a aventurarnos por este camino de la entrega total a Dios a través del amor al prójimo, manifestado en el servicio cristiano”, sostiene el arzobispo, pidiendo a los fieles: “Recemos por su pronta canonización”.