Este viernes, Nicolás Maduro se juramentó como presidente de Venezuela para el período 2025-2031, a pesar de los amplios cuestionamientos internacionales sobre su legitimidad, de las protestas masivas en el país y de los constantes llamados de la Iglesia Católica a que se respete la voluntad popular expresada en el voto, el 28 de julio de 2024.
Desde el Palacio Federal Legislativo, sede de la Asamblea Nacional en el centro de Caracas, y junto a todos los jerarcas del régimen chavista, Maduro juró sobre la Constitución de 1999, promovida por el fallecido Hugo Chávez. El acto se celebró en medio de la coyuntura política y social que afecta el país, producto de los señalamientos de fraude que pesan sobre el resultado electoral.
Maduro estuvo acompañado por los dictadores de Cuba y Nicaragua, Miguel Díaz-Canel y Daniel Ortega, además de delegaciones de Rusia, Irán y China. Aliados históricos del régimen chavista en la región, como Gustavo Petro y Lula Da Silva, no asistieron a la ceremonia.
Conflicto en las calles y persecución a la disidencia
El 9 de enero, las calles de Venezuela fueron el escenario de decenas de protestas ciudadanas, convocadas por María Corina Machado, quien acompañó la movilización en Caracas, después de meses de haberse mantenido en la clandestinidad.
Después de dirigirse a la multitud, Machado aseguró haber sido interceptada por funcionarios armados, quienes la mantuvieron bajo secuestro durante varias horas.