International Christian Concern (ICC), una organización evangélica con sede en Estados Unidos, señala en su informe global de 2025 que la dictadura de Daniel Ortega y su esposa y “copresidenta” Rosario Murillo considera a la Iglesia Católica en Nicaragua como “enemiga política del estado”.
En el Global Persecution Index 2025, publicado el 3 de enero, el grupo surgido en Estados Unidos en 1995 señala que “en todo el mundo, los regímenes autoritarios crecen en su convicción de que el libre ejercicio de la religión es un enemigo mortal para su control del poder”.
“Desde China, que ha refinado y exportado esta perspectiva al mundo, hasta Nicaragua, donde la Iglesia Católica es vista como una enemiga política del estado, los dictadores en todos lados parecen haber incrementado su atención en el control de la religión o en la eliminación de toda la cristiandad”, alerta el informe, que da cuenta de la persecución contra los cristianos en 20 países.
Además, “los ataques de Nicaragua contra los familiares de los sacerdotes exiliados, remarcan el crecimiento de una represión trasnacional y son un recordatorio de que la persecución es un tema global”.
El texto de ICC indica que “la población nicaragüense es predominantemente cristiana, con un 50% de católicos y un 33% de evangélicos. Pese a eso y a que Ortega profesa la fe católica romana, el gobierno se ha opuesto firmemente al lugar que ocupan las instituciones cristianas en la sociedad”.
En ese sentido, prosigue el informe, la dictadura ha utilizado al Ministerio del Interior para la persecución contra “cientos de iglesias, grupos de ayuda y otras organizaciones religiosas”. “Según el Departamento de Estado de Estados Unidos, el gobierno nicaragüense ‘revocó las licencias de funcionamiento de al menos 315 organizaciones religiosas sin ánimo de lucro: 233 organizaciones pertenecientes a una denominación evangélica, 38 vinculadas a la iglesia católica y 41 de otros grupos confesionales’ en 2023”.