Líderes católicos y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, asistieron el lunes a un servicio de oración interreligioso en Nueva Orleans para orar por las víctimas del mortal ataque terrorista en esa ciudad el día de Año Nuevo.
El 1 de enero, un conductor mató a catorce personas cuando embistió con su camión a una multitud que celebraba el Año Nuevo en la calle Bourbon de la ciudad. Las autoridades dijeron que el camión llevaba una bandera del Estado Islámico. El conductor murió posteriormente en un tiroteo con la policía.
Biden estuvo entre los dignatarios que asistieron al evento del lunes por la noche en la Catedral de San Luis en Nueva Orleans. El arzobispo Gregory Aymond y el arzobispo emérito Alfred Hughes presidieron el servicio.
“Sabemos lo que es perder un pedazo de nuestra alma”, dijo Biden a las familias de las víctimas. “La ira, el vacío, el agujero negro que parece succionarte hacia el pecho, la sensación de pérdida, las interrogantes sobre la fe en tu alma”.
“Les prometo que llegará el día”, les dijo Biden, “... en que el recuerdo de su ser querido les traerá una sonrisa a los labios antes que una lágrima a los ojos”.
“Mi plegaria es que ese día llegue más pronto que tarde, pero llegará, y cuando lo haga, [que] puedan encontrar un propósito en su dolor”, dijo el presidente.