El Papa Francisco dijo a un grupo de religiosas que “la santidad es el objetivo esencial de nuestra vida”, recordando un discurso que San Juan Pablo II dirigió a la misma congregación hace 30 años.
Al recibir este sábado en el Vaticano a las participantes del capítulo general de la Unión de Santa Catalina de Siena de las Misioneras de las Escuelas, fundada por la venerable italiana Luigia Tincani en 1924, el Santo Padre recordó “tres actitudes que San Juan Pablo II resumía (en 1995) así: ‘el esfuerzo de la propia santificación, una seria preparación teológica y profesional y un estilo de vida afable y amoroso hacia todo, especialmente hacia los jóvenes’”.
Sobre el último aspecto, el Papa Francisco comentó que “a veces en mi vida me he encontrado alguna hermana que tenía cara ‘de vinagre’ y esto no es afable, esto no es una cosa que ayuda a atraer a la gente. El vinagre es malo y de las hermanas con cara de vinagre, ¡mejor no hablamos! En breve: santidad, preparación y afabilidad. Esto les pido”.
1. El Papa Francisco explica la importancia de la santidad
“Primero, santidad. Es una palabra que puede desafiar, que puede asustar, al punto que con frecuencia nos cuesta aplicar a nosotros mismos, pero es la vocación que nos une a todos y es el objetivo esencial de nuestra vida”.
Según señala la Oficina de Prensa del Vaticano, el Santo Padre resaltó que “la santidad es una cosa alegre, la santidad atrae, la santidad es alegría espiritual. Es cierto que no es fácil encontrar la santidad, pero con la gracia de Dios lo podemos hacer. ¡Qué importante es esta misión hoy, especialmente para los jóvenes!”.