Las noticias más destacadas del Vaticano para el año 2024 incluyeron el viaje más largo del Papa Francisco, un viaje de 11 días por Asia y Oceanía; la conclusión del proceso global de tres años conocido como Sínodo de la Sinodalidad; y la incorporación de 20 nuevos cardenales al organismo que elegirá al próximo pontífice.
Todos estos acontecimientos reforzaron temas que han marcado el pontificado actual prácticamente desde su inicio: una preferencia por los viajes a países no occidentales; un énfasis en una consulta más amplia a los laicos; y una tendencia a elegir a hombres de origen o ubicación no tradicionales como príncipes de la Iglesia.
El Papa Francisco también mostró una característica ya familiar de su estilo de liderazgo: el uso de una ambigüedad aparentemente estratégica que estimula el debate y amplía el abanico de puntos de vista aceptables sobre algunas de las cuestiones más sensibles de la vida de la Iglesia. Este año, ese enfoque fue particularmente llamativo en lo que respecta a la enseñanza sobre las relaciones entre personas del mismo sexo, la ordenación de mujeres y la maternidad subrogada.
El ejemplo más conocido de este método sigue siendo la declaración más famosa del Papa, dada en respuesta a una pregunta sobre la homosexualidad y el sacerdocio en su primera conferencia de prensa en 2013: “¿Quién soy yo para juzgar?”.
En consecuencia, este año comenzó en medio de la controversia por la publicación en diciembre de 2023 de Fiducia supplicans, una declaración del Dicasterio para la Doctrina de la Fe del Vaticano aprobada personalmente por el Papa, que dio permiso a los sacerdotes para bendecir a las parejas del mismo sexo.
Después de que el presidente del Simposio de las Conferencias Episcopales de África y Madagascar, el Cardenal Fridolin Ambongo Besungu de Kinshasa, República Democrática del Congo, viajara a Roma para protestar contra el documento, el Papa Francisco permitió a los obispos africanos prohibir tales bendiciones en su continente.