En un gesto cargado de simbolismo y por primera vez en la tradición jubilar, el Papa Francisco abrió este 26 de diciembre la segunda Puerta Santa del Jubileo de la Esperanza 2025 dentro de la prisión del Nuevo Complejo de Rebibbia en Roma.
A su llegada a la iglesia del Padre Nuestro, situada junto al centro penitenciario, el Pontífice explicó su decisión de elegir una prisión: “Quise que la segunda Puerta Santa estuviera en una cárcel para que todos, tanto dentro como fuera, pudiéramos abrir la puerta del corazón y entender que la esperanza no defrauda”.
Posteriormente, el Papa Francisco golpeó la puerta seis veces y ésta se abrió de par en par. Más tarde, cruzó el umbral caminando, a diferencia de la apertura de la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro, cuando lo hizo en silla de ruedas.