La Iglesia Católica participará en el programa de desarme voluntario, una iniciativa en colaboración con el gobierno federal, que busca “transformar el dolor en esperanza y las armas en oportunidades de paz”.
En un mensaje difundido a través de redes sociales, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) informó que las iglesias “estarán dispuestas a abrir las puertas de los atrios para que las personas puedan entregar armas de manera voluntaria y segura”.
“Como Iglesia, reafirmamos nuestro compromiso con el perdón, la reconciliación y la construcción de un México próspero y en paz”, indicó la CEM en su mensaje.
Esta declaración responde al anuncio realizado por la presidenta Claudia Sheinbaum el 17 de diciembre en rueda de prensa, quien informó sobre la expansión del programa mejor conocido como “Sí al Desarme, Sí a la Paz” —realizado en Ciudad de México y otras entidades federativas— a más estados en 2025.
Según Sheinbaum, el programa permitirá a los ciudadanos “entregar su arma de [manera] voluntaria y se le da recursos económicos, a partir del arma que está entregando, sin ninguna investigación previa; lo que queremos es desarmar”.
Además del desarme, Sheinbaum mencionó otras acciones de seguridad como el fortalecimiento de la Guardia Nacional, reformas para ampliar las atribuciones de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, y una coordinación estrecha con los gobiernos estatales a través de los llamados Gabinetes de Paz.