A medida que se acerca la Navidad, la iglesia latina de la Sagrada Familia en Gaza está llena de actividad.
“En estos días oscuros, hemos querido ofrecer un signo de esperanza, especialmente para nuestros niños. Por eso, junto a ellos, hemos preparado el belén y el árbol de Navidad”, escribió recientemente en Facebook el párroco, el P. Gabriel Romanelli.
En una entrevista con CNA —agencia en inglés de EWTN News—, el P. Romanelli reflexionó sobre los desafíos únicos de celebrar la Navidad en Gaza: una mezcla de dolor y alegría, miedo y esperanza, y el anhelo de una tregua que ahora parece más cercana que nunca.
“La situación es terrible”, afirmó. “Humanamente hablando, este es un lugar de muerte, donde la esperanza parece no tener cabida. La gran mayoría de la población carece de todo: comida, agua, medicinas, electricidad, techo, camas, sillas, vasos, libros, cuadernos, papel higiénico, jabón… de todo”.
La pequeña comunidad cristiana de Gaza, compuesta por unos 500 miembros, sigue refugiada en la parroquia latina de la Sagrada Familia. Aunque los recursos son escasos, lo poco que hay disponible se debe al apoyo constante del Patriarcado Latino de Jerusalén, la Orden de Malta y numerosos benefactores, y se comparte generosamente con otras personas necesitadas.