En 2025, presidente del Episcopado argentino alienta a “ver en el otro a nuestro hermano”

Sobre el papel de la Iglesia Católica, precisó: “Naturalmente nuestra fuerza está puesta sobre todo en el voluntariado y desde ahí tratamos de mantener la integridad de ese servicio".

En la misma línea, mencionó el trabajo de los Hogares de Cristo, el dispositivo eclesial de recuperación de adicciones; y el trabajo pastoral que se realiza con migrantes y personas de la calle, un fenómeno en el que distingue un crecimiento en el último tiempo. 

“Cuando uno va por las calles de Buenos Aires, por ejemplo, percibe claramente la cantidad de personas que están en situación de calle, que no era lo habitual hace unos años. No es un tema de este último año y de este gobierno, claramente, es un tema que se ha venido haciendo más y más sentido, más y más doloroso”, lamentó.

“Nosotros insistimos en el valor de las personas”, puntualizó.

Prevenir la ludopatía y limitar el daño a los jóvenes

Otro de los problemas que está afectando a la sociedad argentina, según el prelado, es la ludopatía, especialmente en jóvenes. En ese sentido, llamó a “animarnos a imaginar caminos de prevención, porque este es un fenómeno que ya está actuando dramáticamente en los chicos mayores de 15 años”.

Asimismo, mencionó la necesidad de que se apruebe el proyecto de ley presentado en el Congreso de la Nación, que busca regular las apuestas. “Ojalá pueda ser así, no haya ningún tipo de obstaculización. Los intereses son grandes, dolorosamente. Prescinden del valor de esos chicos y sus familias y prefieren la ganancia”, advirtió, llamando a la necesidad de “limitar cualquier forma de daño a nuestros jóvenes”.

Herederos del Papa, transmisores de esperanza

A punto de iniciar el Jubileo 2025, lo primero que destacó Mons. Colombo fue el agradecimiento a Dios por el ministerio del Papa Francisco. “Cuando pensamos en la esperanza, no podemos prescindir de su mirada, una mirada paternal, bondadosa y comprometida con el bien de todos los hombres”.

“Nosotros, herederos de ese magisterio, como parte de ese magisterio, nos sentimos muy involucrados a difundirlo y a hacer que el Año Jubilar, ese mensaje de esperanza del Papa Francisco llegue a todos los sectores”, aseguró, haciendo hincapié en la necesidad de “poner a la Iglesia siempre en el lugar del servicio, en ese lugar del samaritano, la samaritana, que de frente a las necesidades de los hombres se hace cargo, no se distrae, no se olvida de las personas concretas”.

Finalmente, el presidente del Episcopado se dirigió a los argentinos: “Tenemos un país maravilloso. Nuestra Casa Común en la Argentina tiene dones y posibilidades exquisitas para que todos puedan acceder, fundamentalmente creo que como argentinos estamos más que nunca llamados a ver en el otro a nuestro hermano, a dejar de lado cuánto nos separa, nos divide, a dejar de buscar de culpar para encontrar razones para seguir viviendo juntos, para seguir construyendo esta patria de hermanos”, animó.