El arzobispo Jaime Spengler de Porto Alegre (Brasil) fue testigo de un momento de humor del Papa Francisco después del consistorio del sábado 7 de diciembre en el que fue creado cardenal.
El Papa tenía un hematoma en la barbilla. “Después de la Misa del domingo venía en silla de ruedas y pregunté: 'Santo Padre, ¿qué pasó?'”, dijo el Cardenal Spengler. “Su respuesta: ‘¿Sabes qué fue? Un obispo quería ser cardenal. No lo nombré y me dio un puñetazo’”.
El purpurado contó esta historia en una de sus primeras actividades en su arquidiócesis como cardenal. El Cardenal Spengler participó el jueves 12 de diciembre en un encuentro promovido por la Asociación de Directores de Empresas Cristianas (ADCE, por sus siglas en portugués) de Porto Alegre.
La conferencia tuvo lugar en la parroquia São Manoel, ubicada en el barrio de Bela Vista, en la capital del estado de Rio Grande do Sul. El cardenal fue invitado a hablar sobre el Sínodo de la Sinodalidad, concluido a finales de octubre.
Espíritu de comunión
En una conferencia de unos 20 minutos, el Arzobispo de Porto Alegre habló sobre diferentes aspectos de la dinámica de la asamblea sinodal.