El Papa Francisco ha autorizado la canonización de 16 monjas carmelitas descalzas asesinadas por odio a la fe durante la Revolución Francesa. También la beatificación de dos mártires y el reconocimiento como venerables de tres siervos de Dios.
Así lo decidió el Santo Padre mediante la promulgación este 18 de diciembre de nuevos decretos del Dicasterio para las Causas de los Santos.
La beata Teresa de San Agustín y sus 15 compañeras carmelitas, guillotinadas el 17 de julio de 1794 en París, han sido inscritas directamente en el catálogo de los santos.
Tras el estallido de la Revolución Francesa, en 1789, se instauró el llamado “reinado del terror”, con ejecuciones públicas y el uso de la guillotina, impulsado por Maximilien Robespierre. En 1792, el hábito religioso fue declarado ilegal.
Las carmelitas descalzas se vieron obligadas a abandonar el convento de Compiègne debido a la persecución religiosa. Finalmente, fueron detenidas y enviadas a París.
Se les declaró “enemigas del pueblo” y fueron sentenciadas a muerte. El 17 de julio de 1794, las valientes monjas llegaron a la guillotina cantando, rezando y renovando sus votos.