“Básicamente, perdí a mi hijo”, dijo Musk al Daily Wire en junio. “Lo llaman ‘deadnaming’ por una razón. La razón por la que lo llaman ‘deadnaming’ es porque tu hijo está muerto”.
Musk afirmó repetidamente en los meses anteriores que los médicos que realizan operaciones de cambio de sexo o procedimientos de esterilización en niños deberían ir a prisión de por vida.
Pero la posición de Musk sobre el tema del aborto, sin embargo, revela que está mucho menos preocupado por dañar a los niños en el útero.
Este mes, se informó que Musk era el único financista del súper PAC llamado RBG PAC, que publicó anuncios en octubre promocionando el apoyo de Trump a “excepciones razonables para la violación, el incesto y la vida de la madre” y su promesa de no firmar una prohibición nacional del aborto. La entidad, a la que Musk donó 20,5 millones de dólares, recibió su nombre en homenaje a la difunta jueza asociada de la Corte Suprema Ruth Bader Ginsburg, cuyo propósito era convencer a los votantes de que la posición de Trump sobre el aborto era similar a la de ella.
Durante la campaña de este otoño, Musk sostuvo que el aborto era permisible antes del punto de “viabilidad fetal”.
“No hay una respuesta a esta pregunta que no ofenda a algunas personas”, dijo en una de sus intervenciones. “Mi opinión es que, si un bebé puede sobrevivir fuera del útero, no puede ser abortado. No puede serlo. Si un bebé puede sobrevivir fuera del útero, si está lo suficientemente avanzado en la gestación como para sobrevivir fuera del útero, en ese momento no es un aborto, es un asesinato”.
Musk, que al parecer no practica ninguna religión en particular pero afirma creer en las enseñanzas de Cristo, tiene 12 hijos con tres mujeres diferentes y estuvo casado con dos de ellas. Ha bromeado con frecuencia diciendo que está haciendo su parte para resolver la crisis de subpoblación.
Para Charles Camosy, profesor de humanidades médicas en la Facultad de Medicina de la Universidad de Creighton, la situación es un recordatorio importante para que los católicos provida se mantengan firmes en su postura sobre la vida a pesar de estar de acuerdo con la administración entrante en otras áreas.
“Debemos estar en guardia para no convertir la consecución de nuestros objetivos a través de la política secular en una especie de ídolo que nos empuje a capitular o a mirar para otro lado en cuestiones fundamentales de fe y moral”, dijo al Register. “Tenemos que ser lo más firmes que podamos en la defensa de la verdad y la resistencia a la idolatría política, pero debemos hacerlo de una manera que cree una oportunidad razonable para el diálogo y el compromiso con aquellos a quienes esperamos cambiar de opinión y de corazón y convertirse en defensores de los más vulnerables”.
Otra moraleja polémica que ha involucrado a Musk ha sido su papel en el inicio de la era del transhumanismo, la creencia de que los humanos pueden evolucionar más allá de su estado físico y mental actual a través de la ciencia y la tecnología, a través de su empresa Neuralink. A principios de 2024, Neuralink se convirtió en la primera empresa en implantar un chip cerebral en un paciente humano, lo que le permitió mover el cursor de un ordenador utilizando únicamente sus pensamientos.
Si bien el desarrollo es motivo de entusiasmo en relación con los beneficios para la salud que aporta esta nueva tecnología, existen preocupaciones sobre sus implicaciones morales. Esta difuminación de lo natural y lo artificial conlleva numerosas incógnitas y tiene el potencial de exacerbar la desigualdad humana al crear una nueva élite de humanos “avanzados” y una subclase “no avanzada”.
Menos que caritativo
Si bien Musk ha realizado varias contribuciones caritativas sustanciales a lo largo de los años, The New York Times informó el jueves que su fundación no donó la cantidad mínima por tercer año consecutivo.
Las declaraciones de impuestos mostraron que la Fundación Musk, que supervisa las donaciones caritativas del CEO de Tesla y SpaceX, se quedó 421 millones de dólares por debajo del monto mínimo de donación en 2023. Si no logra donar esa cantidad antes de fin de año, la fundación tendrá que pagar una multa del IRS. Según la ley, las fundaciones privadas deben donar el 5% de sus activos cada año. Esto se hace para garantizar que las fundaciones benéficas ayuden al público y no sólo reciban los beneficios fiscales que se les otorgan.
La Iglesia Católica enfatiza la responsabilidad de los ricos de dar su exceso a los pobres.
“La Palabra de Dios enseña que en el hermano está la permanente prolongación de la Encarnación para cada uno de nosotros”, escribió el Papa Francisco en su exhortación apostólica Evangelii Gaudium.
“‘Lo que hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, lo hicisteis a mí’ (Mt 25,40). Lo que hagamos con los demás tiene una dimensión trascendente: ‘Con la medida con que midáis, se os medirá’ (Mt 7,2)”.
Si bien el compromiso de Musk con las donaciones caritativas es cuestionable, no ha dudado en ofrecer sus talentos para el bien público.
La semana pasada, Musk compartió su título preferido en el nuevo gobierno.
“Mi título preferido en la nueva administración es el de consultor voluntario de TI”, publicó en X. “Es necesario arreglar la infraestructura de TI para que el gobierno funcione. Esto es un trabajo pesado y no es nada glorioso, pero no podemos hacer que el gobierno sea eficiente y solucionar el déficit si las computadoras no funcionan”.
Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en el National Catholic Register.
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