La visita del Papa Francisco a Córcega estuvo marcada por el encuentro “Religiosidad Popular en el Mediterráneo”, un evento que reunió a obispos de Francia, Italia y España, donde el Pontífice afirmó que la fe popular “revela la presencia de Dios en la carne viva de la historia”.
En su traslado al Palacio de Congresos y Exposiciones de Ajaccio, el Santo Padre se detuvo en el Baptisterio de Saint-Jean, que data del siglo VI y fue hallado en 2005 durante las excavaciones para construir un aparcamiento.
Cientos de personas saludaron al Papa Francisco a su paso con el papamóvil por la calle y desde los balcones.
El Papa Francisco también saludó y bendijo a varios niños pequeños y mantuvo un emotivo encuentro con una mujer de 108 años que sostenía un cartel que decía que era la mujer más anciana de Ajaccio.