El Papa Francisco aterrizó poco antes de las 9.00 (hora local) de este domingo en el aeropuerto “Napoleón Bonaparte” de Ajaccio, marcando un hito histórico al convertirse en el primer pontífice que visita la isla francesa de Córcega.
Antes de partir de la Casa Santa Marta, el Santo Padre saludó a un grupo de hombres y mujeres sin hogar, que por la noche encuentran cobijo bajo la columnata de la Plaza de San Pedro. Los acompañaba el cardenal Konrad Krajewski, limosnero de Su Santidad.
Desde el Vaticano, el Papa Francisco se trasladó en coche al aeropuerto internacional Leonardo da Vinci de Roma-Fiumicino, desde donde partió a bordo de un ITA Airways.
A su llegada a la isla, tras una hora y cuarto de vuelo, el Santo Padre fue recibido por el Cardenal español Javier Bustillo, Obispo de Ajaccio y por los ministros del Interior y de Asuntos Exteriores