El Papa Francisco denunció este sábado que los enfermos son descartados, y en algunas culturas eliminados, “en nombre de la eficiencia y de la fuerza”, por lo que agradeció a las personas que dedican su vida a llevarles esperanza a través de la cercanía y la escucha.
El Santo Padre dijo estas palabras en la audiencia que concedió a los miembros de la Asociación italiana contra la leucemia-linfoma y el mieloma (Ail), que celebra su 55° aniversario.
En su discurso, el Papa Francisco destacó la labor de la asociación a favor de la investigación para hallar la cura a estas enfermedades, así como la atención que brinda a las personas que las padecen, con sus miles de voluntarios.
“La proximidad es una de las cualidades de Dios: cercano, compasivo y tierno”, afirmó el Pontífice, por ello, agradeció el testimonio de quienes componen la Ail, más aún “en un mundo marcado por el individualismo”.
En ese sentido, destacó el lema “Juntos iluminamos el futuro”, elegido por la asociación para esta ocasión, porque “la enfermedad a menudo sumerge a la persona y a su familia en la oscuridad del dolor y la angustia, generando soledad y aislamiento”.
“A nivel social, a menudo se percibe como una derrota, algo que hay que ocultar, que eliminar: se descarta a los enfermos en nombre de la eficacia y de la fuerza, se margina el sufrimiento porque da miedo y obstaculiza los proyectos. En otras culturas incluso eliminan a los enfermos, los eliminan, ¡y eso es malo!”, denunció.