En el marco del llamado de la Iglesia Católica a una “tregua nacional de paz” durante dos de las festividades religiosas más importantes del país en diciembre, un obispo mexicano explicó que esta iniciativa busca “que se sane las heridas y que ese día tenga un poco de paz”.
La Arquidiócesis Primada de México pidió una “tregua nacional de paz” que convoca a los grupos del crimen organizado y a los políticos a detener las hostilidades durante dos de las celebraciones más significativas de diciembre: el día de la Virgen de Guadalupe, el 12; y la Navidad, el 25.
Mons. Francisco Javier Acero, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis Primada de México, explicó en entrevista con ACI Prensa que esta iniciativa surgió tras escuchar testimonios en su labor pastoral, “en el marco de lo que uno va viviendo también en la calle”. Tanto el 12 como el 25 de diciembre, aseguró, “la gente lo que clama es ausencia de violencia y un poquito de fraternidad”.
El prelado instó a “que unos acallen las armas, los grupos delictivos, los cárteles; y también los políticos también apaguen esta comunicación hostil. Pero vamos más allá, también que cada uno sane las heridas y que ese día tenga un poco de paz, menos enojos y más sonrisas, que creo que es lo que le gusta a Nuestra Madre de Guadalupe”.
Mons. Acero recordó las palabras de la Virgen de Guadalupe a San Juan Diego en el cerro del Tepeyac: “¿No estoy yo aquí, que soy tu madre? ¿Por qué dudas?”. Este mensaje, explicó, invita a “salir del miedo para provocar la paz, salir de nuestras posiciones ideológicas para provocar el diálogo”.
El obispo subrayó que, aunque el mensaje de Guadalupe tiene un fuerte significado para los católicos, también es un mensaje “para una nación, es un mensaje universal y hoy el mensaje de Guadalupe nos acerca más hacia ella y nos acerca más hacia su hijo Jesús”.