KÖNIGSTEIN,
La organización Ayuda a la Iglesia que Sufre (AIS) señaló en un reciente informe que la Iglesia Católica en China está creciendo a pesar de la persecución comunista y la creciente represión.
Al transmitir las impresiones de una delegación de AIS que visitó China, la organización con sede en Alemania, precisó que “desde la Revolución Cultural, en muchas regiones de China no hay carencia de vocaciones, y los seminarios mayores y menores, así como los monasterios y conventos, no están vacíos. Y ello, a pesar de que todos estos jóvenes saben lo difícil que es vivir la fe católica en China”.
AIS recordó que “desde que los comunistas tomaron el poder en China en 1949, la Iglesia local padece la persecución. A raíz de la cuestión de si la ordenación de los obispos la debía llevar a cabo sólo la Iglesia china, sin que Roma interfiriera, surgió el desacuerdo entre los católicos chinos a finales de los años '50. Los que se negaron a obedecer a las autoridades gubernamentales fundaron la denominada Iglesia clandestina”.
“La política del hijo único, impuesta por Deng Xiao-Ping, condujo, sobre todo en las ciudades, a una falta crónica de niños. Los que tenían más de un hijo estaban expuestos a duros castigos, y así hasta hoy. En algunas comunidades se registraron casos de abortos. Pero, a pesar de la política del hijo único, el número de vocaciones está aumentando entre los jóvenes en algunas diócesis”, agregó.
Asimismo, citó el testimonio de un sacerdote que entrevistaron en China. “Cuando era joven, quería ser mártir,” declaró el sacerdote -que permanece en el anonimato- y agregó que “durante la Revolución Cultural de los setenta, muchos sacerdotes fueron encarcelados, entre ellos, yo mismo. Yo quería ser un sacerdote y rezar en la cárcel hasta la muerte”.
“En la actualidad, tiene 40 años. Con Dios a su lado, animó a miles de personas a realizar grandes obras: juntos construyeron iglesias, hospitales, orfanatos y parvularios. Su vocación sirvió de ejemplo para muchos jóvenes”, sostuvo AIS.