El Gobierno británico en las Islas Malvinas impidió que familiares de soldados argentinos fallecidos en la guerra de 1982 descendieran allí la imagen de la Virgen de Luján que los acompañó durante el conflicto.
Se trató de un viaje humanitario en el que familiares fueron a visitar las tumbas de lo soldados en el cementerio de Darwin, llevando consigo la Virgen “Malvinera”, recuperada hace algunos años por el Obispado Castrense de Argentina, luego de haber permanecido durante años en una catedral inglesa.
Los familiares explicaron a Valores Religiosos que la decisión no tuvo mayores explicaciones: “Nos dijeron que no era posible que volviese a estar en Malvinas sin darnos una clara razón, aunque suponemos que creen que la presencia de la imagen significa una reivindicación de la gesta y, por tanto, de la soberanía argentina”, explicó Daniel Doronzoro, presidente de la Asociación Civil “La fe del Centurión”, que ofrece asistencia espiritual a los veteranos, y fue quien llevó la imagen.
“Lo que la Virgen quiere es la reconciliación entre los argentinos y los británicos, lo que quiere es la paz entre ambos pueblos”, añadió.
Pese a que la llegada de la Virgen había sido informada previamente a la embajada de Gran Bretaña en Argentina, y comunicada a las autoridades presentes en las Islas, éstas dieron la negativa.
El Obispo Castrense de Argentina, Mons. Santiago Olivera, reconoció que la visita de la Imagen de la Virgen a Malvinas “para nosotros era un motivo de mucha alegría, un acontecimiento histórico, que la misma imagen que acompañó a los soldados en Malvinas pueda volver a la tierra nuestra allí en las islas, con los familiares”.