Los Reyes de España asistieron al funeral por las víctimas de la DANA presidido por el Arzobispo de Valencia, Mons. Enrique Benavent, quien llamó a la unidad para superar las dificultades y comprometió el trabajo y la cercanía de la Iglesia Católica.
A la Eucaristía en memoria de los fallecidos en las inundaciones del pasado 29 de octubre, celebrada en la tarde de este lunes en la Catedral de Valencia, asistieron más de 400 familiares de víctimas, así como numerosas autoridades.
En representación del Gobierno, finalmente acudieron tres ministros, cuya presencia fue confirmada horas después de que desde el Ejecutivo sólo se hubiera decidido la presencia de un cargo de segundo nivel.
Ante estas controversias políticas, Mons. Benavent recordó a los presentes que esta celebración “tiene un carácter estrictamente eclesial: queremos manifestar que compartimos el sufrimiento de todos, que queremos estar cerca de todos y orar por todos”.
El prelado pidió además que “las dificultades no nos lleven a caer en la insolidaridad, que las diferencias no lleguen a convertirse en divisiones, que las perspectivas distintas a la hora de afrontar los problemas no perjudiquen a los más necesitados, y que los intereses propios no prevalezcan sobre el bien común. Solo así podremos mirar el futuro con esperanza”.
En referencia al desastre sufrido de manera principal en numerosas poblaciones del sur de Valencia, así como en otras regiones, el arzobispo recordó que “como Iglesia hemos sufrido las consecuencias de este acontecimiento: personas que participaban habitualmente en la vida de nuestras parroquias o que simplemente compartían nuestra fe son víctimas de esta tragedia; la vida de nuestras parroquias se ha visto alterada, al igual que la vida de nuestros pueblos y ciudades”.