El Arzobispo de Sevilla (España), Mons. José Ángel Saiz Meneses, ha expresado que el II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular nos recuerda que “las hermandades están llamadas a ser escuelas de santidad”.
En este sentido, añadió que “cada gesto de servicio y cada proyecto caritativo son una invitación a crecer en virtud, fortalecer los lazos de fraternidad y a caminar juntos hacia la plenitud de la vida cristiana”.
El prelado también indicó en la clausura del congreso que se ha celebrado alo largo de la pasada semana, que las hermandades están convocadas “a desempeñar un papel fundamental en la construcción del Reino de Dios”, ofreciendo un modelo “de comunión y fraternidad que responde a las necesidades profundas de pertenencia y encuentro humano” en un mundo marcado por el individualismo.
Para el arzobispo, las hermandades, impulsoras de la piedad popular, se constituyen en “depositarias de una rica tradición”, al tiempo que son “protagonistas activas de una evangelización que mira hacia el futuro”, construyendo puentes entre la fe y la vida y siendo reflejo de una Iglesia en salida, al servicio de la humanidad”.
Siete conclusiones prácticas del congreso
El Arzobispo de Sevilla, resumió en siete conclusiones prácticas todas las aportaciones realizadas a lo largo del congreso: